8 HERRAMIENTAS PARA RELACIONES POLIAMOROSAS SANAS Por Brian Frederick 1. Dí la verdad... Las relaciones duraderas se basan en la confianza. La confianza se basa en honestidad. Ser honestx no es difícil y es un buen hábito. Haz de tripas corazón, dí la verdad. Si tu relación no puede soportarla, estás en la relación equivocada; pero probablemente puede. Decir la verdad es más fácil que mentir, todo lo contrario es mito y rumor. Las mentiras son mucho trabajo. Te pesan y te aislan. Las pequeñas mentiras se sienten solas y buscan mentiras más grandes. No pidas a tu amor que guarde secretos ante vuestrxs otrxs amores. Los secretos no son mentiras, pero pueden crear mentiras.Los secretos construyen muros y desalientan la intimidad. Conoce la diferencia entre la privacidad y el secreto.
Resiste el deseo de decirle a alguien lo que piensas que quiere escuchar o de tratar de protegerle. En especial, no finjas el afecto. Si no estás segurx sobre el amor, dilo. Si tu(s) relación(es) no son una gran prioridad en tu vida, haz que lo sepan. Fomenta la honestidad con los demás. Sobre todo, sé honestx contigo mismx. ¿Estás tratando de construir una familia o solo buscas un poco de variedad sexual? 2. Conócete Esta es la herramienta más importante y muchas veces la más difícil de hallar. Pasa tiempo de calidad contigo y descubre cómo eres. La mayoría de las personas nunca lo hacen. Aprende a decir cuándo estás de mal humor, poco razonable, a la defensiva, hipersensible o cegadx por la energía de una nueva relación. Conoce tus límites. Descubre dónde puedes hacerlo mejor. Aprende lo que es saludable para ti y lo que no. Averigua cuáles son realmente tus prioridades. Aprende cuándo debes tomar una caminata y despejar tu mente. Muchas personas nunca ven los patrones consistentes en su propio comportamiento que son evidentes para todxs lxs demás, como buscar siempre el mismo tipo de amante, convertir todas las relaciones en telenovelas o a sus amantes en adversarixs. Están ciegxs a sí mismxs. ¿Qué no sabes de ti mismx? Si sabes acerca de tus adicciones las podrás transformar en preferencias y, en algún momento, en elecciones; pero primero tienes que conocerlas. Tómate un tiempo para descubrir cosas como: ¿qué equipaje has cargado desde tu infancia o tu última relación? ¿Qué necesitas y qué, simplemente, deseas? ¿Qué te irrita y por qué? ¿En qué cosas estás dispuestx a comprometerte? ¿Cuáles son tus principales motivaciones? ¿Qué te hace sentir celos, inseguridad o competitividad? ¿En qué punto estás sobre-esforzándote? ¿Cuáles son tus fortalezas y debilidades? Recuerda también conocer tus aspectos positivos. Mucho de esto vuelve a la honestidad, pero con unx mismx. 3. Cuídate Trabaja en ti mismx. Cultiva un jardín propio en tu alma, no esperes a que alguien más te traiga flores. En lugar de buscar a otras personas para obtener validación, satisfacción o felicidad; aprende a hacerlo tu mismx. Esta es una herramienta vital muy importante para vivir. Siempre estarás a la merced de otras personas, hasta que aprendas a satisfacer tus propias necesidades. Una vez que lo logres hacer, ganarás una libertad y confianza que nunca podrán quitarte. Podrás conocer a las personas como iguales y elegir disfrutaros mutuamente, en lugar de intercambiar necesidades cuidadosamente en una economía emocional conducida por la escasez. Irónicamente, la gente encuentra este tipo de independencia muy atractiva. Toma tiempo para pensar en lo que necesitas trabajar y date el espacio para hacerlo. Cuidate, se amable contigo, gústate, ámate, acéptate, perdónate, respétate, sírvete a ti mismx, nútrete, sé tú mismx y por favor, sé flexible contigo mismx. Todxs son demasiado durxs consigo mismxs y los reflejos de todxs están sesgados. El tuyo también, aprender a compensarlo. Aprende primeros auxilios emocionales. Tu relación contigo mismx es la base de todas tus otras relaciones. 4. Sé responsable Aduéñate de tus sentimientos. Nadie te puede hacer triste, enojado o feliz tampoco, son tus emociones. Existen en tu cabeza y en ningún otro lugar. Son tuyas. Siempre hay opciones. Acepta que alguna veces te vas a sentir bien o mal por ninguna razón en concreto -no por las personas o los eventos en tu vida. Cuando haces a alguien responsable de tus sentimientos, te desempoderas a ti. Hacerse la víctima o el mártir es una manera de manipular a las personas. Decir: “te lastimo porque mis padres me lastimaron a mi”, es rendirle tu vida a otras personas y al pasado. Estar aquí y ahora. Tomar el control de tus propios sentimientos, acciones y vida. Tú eres responsable de que tus necesidades se cumplan. (Sí, incluso tus necesidades sexuales). No le digas a los demás: “hazme feliz, protégeme”. Aprende a cuidarte. Si hay problemas en una de tus relaciones o si tu vida es un desastre, ponte de pie y asume tu parte de la responsabilidad (y no más), incluso si no crees que te lo mereces. Asumir la responsabilidad no es culpar a nadie. "Todo es culpa tuya" causa nuevos problemas, no resuelve ninguno. Cuanta más responsabilidad asumas sobre tu propia vida, más libertad tendrás. 5. Fomenta el crecimiento Recuerda cuidar a tus amores como seres humanos. Apóyales para que avancen en sus carreras, búsquedas espirituales, educación y ambiciones. A su propio ritmo y manera. Ayúdales a sanar y a entenderse mejor así mismos. Anímales a tomar tiempo para sí mismxs y dales el espacio que necesitan. Ayúdales a cultivar fuerza. Pídeles que hagan lo mismo para ti pero diles cómo, no pueden leer tu mente. Una manera de animarles a crecer es dar a las personas que amas la libertad para amar a otrxs. Algunas personas encuentran la necesidad y la debilidad muy atractiva. Quizá piensan que serán abandonadxs si las personas que aman son fuertes. Quizá traten de mantener a las personal débiles y necesitadas para que se queden a su lado. Quizá darán generosamente, pero con condiciones. Esto no es amor incondicional -puede que no sea el amor en absoluto- podría ser sólo una necesidad agresiva. El crecimiento puede ser frenado por emociones difíciles como la inseguridad o el miedo al abandono. Una manera de manejar una emoción limitante es enfrentarla de cara. La única salida que existe es atravesándolo. No la evites, eso solo le dará poder. Sumérgete, resiste, sobrevive y examina la situación. Tu miedo es mucho peor que la realidad. Aprende eso y la emoción perderá su poder y te fortalecerás. Incluso puedes usar los celos, la inseguridad, etc. para aprender sobre ti mismx. Son valiosos. Presta atención y aprende de ellos. 6. Respeta El respeto es una forma de amor. Respétate, establece límites y respeta los de los demás. Conoce cuándo y cómo decir claramente ‘no’ y cómo escuchar cuando los otros digan ‘no’. Nunca toleres el abuso. Tú mereces algo mucho mejor. Recuerda ser amable con tus amores. Trata de no guardar lo mejor sólo para uno de tus amores o tratar a tus amores como algo garantizado, especialmente cuando están juntxs. Haz todo lo posible para tratar a todxs uniformemente o alguien se sentirá menospreciadx. Las comparaciones hacen que la gente compita y obligan a que alguien pierda. Encuentra una forma en la que todxs ganen. Respetar las relaciones igual que a las personas. Cada relación parece tener una forma natural, no trates de forzarla a ser otra cosa. Piensa en cada relación como una entidad separada que podría estar sana o enferma. Debes resistir el impulso de usar una relación para estar estable (emocionalmente), un amor no es una balsa salvavidas. Si necesitas terapia, consulta a un médico. Es fácil proyectar tus expectativas sobre otras personas. “Tal vez cambien”. No trates de obligar a una persona a ser alguien que no es. Las personas son paquetes completos, acéptalos por lo que son, con sus lados buenos y malos; o no los aceptes en absoluto. Si quieres respeto, mantén tu palabra. Mantén el espíritu de tus acuerdos, no busques vacíos en la semántica por los que escapar. Si haces un acuerdo en la cocina, manténlo en el dormitorio. Cada acuerdo que has hecho es realmente contigo mismo. 7. Comunícate Si quieres una relación saludable, las habilidades de comunicación son una necesidad, no un lujo. Los problemas usualmente comienzan cuando dejas de hablar. Todo el tiempo surgen cosas que tienen que ser trabajadas con paciencia y amor, incluso cuando estás teniendo un mal día. Con el tiempo será más fácil, pero cuesta trabajo y voluntad romper el tejido cicatrizado y los muros. Las habilidades comunicativas hacen de una persona un buen amor. Las habilidades para argumentar no son habilidades de comunicación. Argumentar mejor que alguien no te hace tener la razón, apenas te hace mejor en discutir. A veces la gente se esfuerza por ‘ganar’ un argumento, incluso si eso les cuesta su propia relación. Negocia una manera para que todxs ganen. Escuchar es más importante que hablar. Escuchar activamente y no sólo oír. Hacer contacto visual. Estar aquí y ahora, no divagar o distraerse. Parafrasear sus palabras para ver si las escuchaste bien. Ser consciente de tus propias palabras y sentimientos, preguntar por qué son lo que son. Escucha los sentimientos infelices (los tuyos y los de los demás) sin necesidad de arreglarlos. Escucha las cosas con las que no estás de acuerdo, sin elegir un bando. Escucha la comunicación no verbal, que usualmente es más elocuente que las palabras. Sé consciente de cómo la gente en su vida te están amando. Algunas formas de hablar no son comunicación. Si te pierdes en el bosque y pasas la misma señal varias veces, estás cometiendo el mismo error una y otra vez. Levantar tu voz o hablar con dureza te hace más difícil de entender, no más fácil. Usa afirmaciones con “Yo” en lugar de “Tú”. “Yo pienso que te equivocas” es más fácil de aceptar que “Tú estás equivocadx”. Ser directx funciona mejor que la manipulación. Exprésate claramente, las personas no pueden leer tu mente. Derriba las barreras entre tus sentimientos y tus palabras. Define tus límites y comunícalos. Asegurate que todxs sepan a qué se están metiendo. Aprende a apaciguar los argumentos. Si es necesario, aprender cómo y cuándo decir “Adiós”. Las acciones comunican mejor que las palabras. Demuestrale a las personas que las amas. Comparte la amabilidad, el afecto y las risas. Cuando tengas alguna duda, dales un masaje de pies. 8. Actitud Tener estas herramienta no es suficiente, tienes que realmente querer usarlas. ¡Tienes que querer! Tu disposición hará que funcione o que sea un desastre. Encuentra una manera en la que todxs puedan ganar. Haz que las decisiones importantes sean unánimes. Enciende una luz positiva en las situaciones difíciles también, muchas relaciones se marchitan por la energía negativa. No conviertas las cosas pequeñas en algo grande. Busca soluciones, no culpar a alguien. Practica la tolerancia, la paciencia, la flexibilidad, la generosidad, la comprensión y el perdón. Aprende a ofrecer disculpas. Ríete de ti mismx. Equivócate, no podrás aprender de los errores si todo está siempre bien. Deja que todo fluya y a cambio dedícate a ser feliz. Escucha más de lo que hablas. Permite que alguien más tenga la razón. Ve las cosas a través de sus ojos, la empatía es la cura para la ira. Mantén la calma y recuerda respirar. Derriba tus muros, confía, ábrete, arriésgate y sé vulnerable. Sin la vulnerabilidad no hay intimidad. Toma tu tiempo y enfatiza la amistad sobre el romance. Saborea lo que tienes en vez de pensar en lo que no tienes. Practica el amor verdaderamente incondicional. Comparte. Estas herramientas aplican a los amores (monógamxs o poliamorosxs, heterosexuales, gay o bisexuales) pero también a lxs amigxs, familiares y a ti mismx. Estas herramientas no le darán a nadie una relación saludable; pero si te encuentras confundidx y no sabes qué hacer, alguna de ellas te puede ayudar. Traducción realizada por una colaboradora del colective Poliamor Bogotá, ¡muchas gracias por tu ayuda! De la página: How to Make it Work (Imagen: Todd McLellan) |
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