El pasado 23 de febrero de 2019, alrededor de 55 personas nos reunimos para generar herramientas de Comunicación No Violenta en La Redada. La Comunicación No Violenta (CNV), desarrollada por Marshall Rosenberg, nos guía para replantearnos cómo nos expresamos, cómo escuchamos a otres y resolvemos conflictos estando conscientes de lo que observamos, sentimos, necesitamos y solicitamos de nosotres y del otre. La CNV es una herramienta que nos permite conectarnos con otres desde sus necesidades y nos ayuda tomar consciencia para valorar las emociones del otre desde la compasión y el amor. En este taller hicimos el ejercicio de observarnos dentro de nuestra experiencia para identificar qué emociones o sentimientos nos evocan, aquellos momentos en los que nos hemos visto inmersos en discusiones con aquelles con quienes nos relacionamos, para reconocer las necesidades insatisfechas que nos llevan a reaccionar y no a confrontar en el momento de comunicarnos con los demás. Por último, se hizo una reflexión en torno a la diferencia entre pedir y exigir, con el fin de explorar las diferentes formas de recibir o solicitar peticiones a otres. El taller comenzó con una pequeña meditación que nos llevaba a recordar y traer a nuestra mente una situación que nos causara malestar en alguna de nuestras relaciones (sexo-afectiva o no). Durante esta meditación debíamos traer a nuestra conciencia lo qué sucedió, quién hizo qué y dónde fue. Este momento de silencio se enfocó en los hechos y no en las emociones que vienen atadas a estos. Durante el taller se mencionaron hechos tales como: sexo y silencio, suplantación, dificultades con el padre y/o la madre, disminución del estipendio a un hije fuera del país, y cancelación o bloqueos de relaciones en redes sociales, entre otras. En este primer punto, un lugar común en casi todas las mesas fue la descripción de percepciones asociadas al hecho y no los propios hechos que realmente sucedieron (juicios, prejuicios, críticas y acusaciones). La Comunicación No Violenta nos invita a comenzar la conversación con una descripción de los hechos. Luego de haber descrito nuestras observaciones procedimos a identificar las emociones asociadas a la situación descrita anteriormente. Cómo nos sentimos en relación con lo que observamos. En taller compartimos una lista con más de 100 emociones para que a los participantes se les facilitar identifica una emoción o varias emociones asociadas a los hechos que habían descrito. Pueden encontrar listas similares empleando cualquier buscador de Internet. A pesar de que hubo casos en los que se presentaron falsas emociones p.e. siento que mi hija me dejó de querer, en otros casos se mencionaron emociones como: culpa, rechazado, rabia, cansancio, alegría, menosprecio, confusión, agobio, molestia, frustración, ansiedad y disgusto entre otras. La Comunicación No Violenta, luego de la observación, nos invita a comunicar el sentimiento. Continuando con nuestra reflexión acerca de cómo nos comunicamos, utilizamos la ruleta de necesidades para identificarlas y no caer en el error de confundirlas con estrategias, por ejemplo: para ser feliz necesito un carro, en realidad lo que puede que necesita es sentirme libre o expresar mi identidad. Los participantes, con la ayuda de la lista, identificaron necesidades tales como: refugio, protección, afecto, cuidado, compañía, compresión, comodidad, cuidado, atención, pertenencia, comunicación, justicia, claridad, aceptación, libertad, atención, afecto, autonomía, confianza y contacto sexual, entre otros.
En este punto debemos comunicar lo que necesitamos. En el siguiente punto nos enfocamos en la diferencia entre pedir y exigir, es decir en cómo puedo expresar una solicitud que me permita satisfacer la necesidad que identifiqué anteriormente. La diferencia entre pedir y exigir es que cuando pides estas abierto a un NO como respuesta, cuando exiges no aceptas un NO como respuesta. Para hacer la solicitud se pueden utilizar palabras como podrías, me ayudaría, quisieras y en forma de pregunta. En las mesas se mencionó lo siguiente:
Es de resaltar una pregunta que se dejó abierta para que en colectivo podamos darle respuesta: ¿Cuándo me responden NO que se puede hacer? La CNV nos lleva a realizar solicitudes de manera cordial. Por último, el taller se cerró con una reflexión acerca de cómo recibo estas solicitudes y cómo podemos responder a las solicitudes en forma de exigencias. Rosernberg habla de cuatro etapas: Culparnos, culpar al otre, percibir nuestros sentimientos y necesidades, o percibir lo que el otre está necesitando. Culturalemente estamos programados para reacciones o estar a la defensiva en situaciones en donde la comunicación no es tan efectiva y asertiva, es importante que que la persona que está escuchando, si tiene experiencia en la CNV, extraiga cada concepto de esta comunicación en lugar de reaccionar. La CNV nos invita a confrontar en lugar de reaccionar. Confrontar es estar frente a la situación cómode, segure, tranquile y en paz. Les participantes llegaron a estrategias interesantes, entre ellas se mencionan las siguientes:
¡¡MUCHAS GRACIAS!! |
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