El sábado 30 de septiembre de 2017 nos reunimos alrededor de 90 personas a explorar uno de los temas más importantes para establecer y mantener relaciones entre personas, sobre todo en relaciones poliamor: los límites, los acuerdos, las reglas y los consensos. Hubo miradas expectantes, descubrimientos, diferentes puntos de vista, debates interesantísimos y mucho pero mucho diálogo y respeto. ¡Gracias a todes! ¡¡Fue un encuentro único!! Como ya es costumbre, empezamos con la presentación de la misión, visión y valores de Poliamor Bogotá y recordamos las normas fundamentales para construir y compartir desde un espacio seguro, inclusivo y libre de prejuicios, como lo es el colective. Siempre es bueno echar una mirada a estas normas que publicamos en la sección de NOSOTRES de la página web, en la sección de ‘Información’ de la página de Facebook o directamente en la descripción de cada evento. Al igual que en las relaciones, son estos acuerdos los que nos permiten cuidarnos unes a otres y respetar el espacio personal de cada quien. Una vez en los grupos, recordamos a les asistentes que este no es un espacio anti-monogamia, sino uno que pretende brindar herramientas para hablar sobre el amor, explorarlo y vivirlo de un modo alternativo. Luego de esto, cada asistente se presentó y hablamos un poco sobre las expectativas que tenían en cuanto al taller y al colective en general. Entre las respuestas más comunes para conocer la comunidad, encontramos las siguientes:
¡Así fuera por simple curiosidad, todas estas son motivaciones perfectamente válidas para conocernos y venir a participar! Para entrar en materia, presentamos una serie de preguntas que fueron abordadas según el ritmo de cada grupo. A continuación, resumimos los puntos más relevantes que identificamos en las discusiones a partir de cada pregunta: 1. ¿Qué es el consenso? Palabras clave: Construir, valorar opiniones, comunicar, conocimiento informado. Es un punto al cuál se llega después de una discusión en el que ambas partes quedan satisfechas. La discusión debe involucrar una colaboración activa para la búsqueda del beneficio de las partes interesadas. Necesita de planificación, comunicación, claridad y honestidad. Para llegar a buenos consensos, primero es fundamental ser sincere, conocerse a sí misme y conquistar aquellos territorios de la mente que nos incomodan (por ejemplo: reconocer emociones que cargamos y el porqué de ellas). No puede haber consenso si no hay una comprensión de la decisión que se debe tomar o de las posibles consecuencias que conlleva tomar dicha decisión (es decir, el consenso debe ser informado). Tampoco puede haber consenso si una persona tiene un poder desmedido sobre la otra. El consenso también es un constructo cultural: no nacemos tomando decisiones autónomas ni colaborativas, aprender a hacer consensos es parte del ejercicio de convivir con otres. Es el punto de partida de una relación poliamor. No se trata de convencer, persuadir o intentar imponer una voluntad por encima de otra. Es importante tener un camino individual, pero el consenso nace del reconocimiento de la diferencia y el esfuerzo por un bien colectivo. Así como las relaciones se van transformando, un consenso debe estar abierto para transformarse con ellas; debe ser flexible por lo menos para entrar en ‘revisión’ y ‘renegociarse’. 2. ¿Cuál es la diferencia entre los límites, los acuerdos y las reglas? Muchos grupos estuvieron de acuerdo con que los límites, los acuerdos y las reglas son elementos que están dentro de los consensos. Un comentario que hubo en uno de los grupos nos ayuda a ilustrar mejor este punto: En un consenso sobre el asunto de la crianza compartida, por ejemplo, puede haber distintos acuerdos (de tiempos, roles o responsabilidades), límites (en cuanto a la influencia/exposición que cada quien tiene sobre el niñe) y reglas (como, por ejemplo, que los amantes esporádicos no se involucren con el niñe sino hasta después de cierto tiempo y después de la aprobación de los padres biológicos). El ejemplo es perfecto. Acuerdos: Se van estableciendo al inicio de la relación y, al igual que los consensos, pueden cambiar según el curso que tome la relación. Es como la receta del amor en cada relación. Son los principios que, desmenuzados en el día a día, definen la convivencia de una relación. Deben partir del cuidado mutuo y al igual que los consensos, son re-negociables. Llegar a acuerdos es tanto un proceso como un resultado. Uno de los grupos, nos recordó la etimología (origen) de la palabra ‘acuerdo’, que también nos ayudó a entender de qué se trata este concepto: Acuerdo viene del latín accordare, compuesto del prefijo ac (que se asimila) y la palabra cord (de corazón). En otras palabras, si lo ponemos todo junto, significa “unir corazones”. Límites: Son la frontera a la que pueden llegar los acuerdos. Por ejemplo, un límite en la exploración sexual pueden ser las heridas físicas o el dolor. Hay varias clases de límites: por ejemplo, hay límites físicos y límites mentales/psicológicos/emocionales (pueden existir también límites financieros, de tiempo o, incluso, límites en el número de personas con las cuáles quisiéramos estar involucrades en una red afectiva). A diferencia de los demás conceptos, los límites son personales. Los límites no siempre se conocen, y por ello, es necesario ser prudente y cuidadoso a la hora de explorar los límites propios o ajenos. Reglas: A diferencia de los acuerdos, las reglas son inviolables y pueden ser impuestas (si se quebrantan, un involucrade puede acabar la relación). Un ejemplo de una regla puede ser: utilizar siempre algún método de protección en encuentros sexuales casuales. Las reglas se establecen a partir del encuentro de límites personales y límites compartidos.Reflexiones personalesDurante el desarrollo de la sesión, también incentivamos algunas reflexiones más personales (en algunos grupos, se dieron discusiones colectivas en este punto). ¿Han dedicado tiempo a conversar acuerdos con sus relaciones? ¿Los tienen por escrito? En general, todes hemos dedicado tiempo a estos asuntos, así haya sido de manera inconsciente. En algunos grupos les pareció importante afirmar que, si bien hay personas a quienes les sirve tener sus acuerdos, límites, reglas y consensos por escritos (pueden brindar seguridad y representar un mayor compromiso), hay otras personas a quienes les parece más natural abordarlos conforme surja la necesidad en sus relaciones (incluso esto puede representar un acto de mayor confianza). Sin embargo, muchos participantes asumieron la tarea de escribir sus límites, tanto físicos como mentales, como ejercicio de autoconocimiento. Para concluir la sesión, cada grupo estudio un caso en el que era necesario dar una solución a partir del desarrollo/reconocimiento de límites, acuerdos, consensos o reglas. Después de conocer las alternativas planteadas por cada grupo durante la plenaria final, rescatamos algunos de los aprendizajes más valiosos de la sesión: “El reto para quienes se identifican con el poliamor como orientación relacional, es traer a la superficie aquellas reglas y límites que parecen estar implícitos en las relaciones sexo-afectivas, ponerlos en discusión y llegar a acuerdos y consensos no-normativos (distintos a los que vemos en cuentos, novelas, chismes, etc.), que nos beneficien a todes les involucrades”. Otro grupo también concluyó: “Para acceder a la libertad propia y al mismo tiempo encontrarse (unir corazones) con otra persona, es necesario partir de la idea que nada es permanente”. ¡¡Estas ideas de construcción colectiva fueron posible gracias a su participación!! |
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