El 25 de agosto de 2018 nos reunimos alrededor de 65 personas para reflexionar acerca de los tipos de cuidados o “expresiones de amor” dentro de las relaciones, el objetivo nos dejaría comprender con qué tipos de cuidados nos identificamos y se identifican nuestros amores, saberlo haría posible pensarse acuerdos y estrategías que permitieran superar alguna carencia de cuidado en pro de un ejercicio de amor colaborativo responsable con las emociones de nuestra red afectiva. A continuación presentamos una síntesis de las ideas generales reflejadas por los participantes del taller, y lo más sobresaliente producto de las reflexiones de cada mesa. Las primera y segunda pregunta nos invitaba a recordar qué tipos de cuidados damos y cómo los recibimos en nuestras relaciones. Es decir, ¿qué gestos, actos o palabras reflejan las muestras de cuidados y afectos en nuestro entorno? Tanto de nuestra parte hacia nuestros seres queridos como de elles hacia nosotres. Las respuestas fueron tan diversas como las personas que tomaron la palabra, evidenciando que las formas de amar y entender el cuidado son muy diversas, por lo cual es fundamental fomentar el encuentro y llegar a acuerdos en las relaciones sobre los deseos y necesidades particulares dentro de cada relación individual. Una conclusión importante de este primer punto fue que a las personas con las que compartimos nuestros afectos no necesariamente les gusta ser cuidadas como a nosotres nos gusta que nos cuiden, o como les estamos cuidando actualmente. De la misma manera, es posible que el amor que estamos recibiendo no sea del tipo que cubre nuestras necesidades. En tercer lugar presentamos los cinco tipos de cuidados, basados en el libro (monoheterocisnormativo) The Five Love Languages, ofreciendo a cada une de les asistentes la oportunidad de identificarse con sus tipos de cuidados preferentes: Reflexionamos, empleando la herramienta si era necesario añadir algún tipo de cuidado a la lista, si estábamos recibiendo el tipo de cuidado prioritario para nosotres y cuál creíamos que era el cuidado preferente para nuestras relaciones. El espacio y los silencios se evidenciaron como el cuidado claramente ausente en esta tabla resumen. Por último pensamos en cómo salvar la brecha entre las diferentes necesidades y formas de cuidados durante una relación. Se mencionaron muchas estrategias que relatamos a continuación. El dialogo es un medio indispensable para llegar a acuerdos, así como evitar suponer o leer de forma superficial mis necesidades y las necesidades de cuidado del otre; las conversaciones asertivas, las cartas y los audios serían herramientas que lo harían posible. Palabras como empatía, comprensión y compasión acompañaron las reflexiones, hacerse preguntas del tipo: ¿qué puedo ofrecer?, ¿cómo puedo ayudar? y ¿qué necesitas? nos ayudan a pintar el camino de cuidados que nuestros amores pueden transitar. La conciliación es otra estrategia que debe darse a través de una actitud cooperativa, ayudando a nivelar las cargas en las relaciones, de esa manera evitar desgastes innecesarios; así también es importante reconocer el esfuerzo y trabajo que hacen los amores para realizar un cuidado que, siendo importante para mí, no necesariamente lo es para él, ella o elle. Reconocer el esfuerzo y trabajo que hacen los amores para realizar un cuidado que, siendo importante para mí, no necesariamente lo es para él, ella o elle. Se estableció que estar alerta a los cambios dentro de las relaciones es otra estrategia importante, teniendo en cuenta que las expectativas y necesidades no son permanentes. De la misma manera, cabe resaltar la importancia que tiene la gestión de nuevos espacios, en pro de mejorar la relación específicamente si es el tiempo de calidad el cuidado que no se encuentra cubierto (lo mencionamos por ser una necesidad insatisfecha recurrente). El amor propio, el contacto físico, establecer los límites, comprender las diferencias entre necesidades y caprichos, expresar el amor y las inconformidades así nos cueste son otros puntos a tener en cuenta a la hora de buscar alternativas que resuelvan los problemas de insatisfacción de necesidades dentro de nuestras redes afectivas. Realizar una escucha activa que sirva de fuente para una comunicación asertiva y desvele las verdaderas necesidades, teniendo en cuenta que cada une de nuestros amores tiene una manera diferente de ser y sentir. Sentar acuerdos claros, nombrar expectativas, definir límites, hablar de quién soy y cómo me gusta que me amen o me cuiden... Son partes esenciales del cuidado. Todo lo mencionado posibilita que exista apoyo en las áreas relacionales más importantes (laboral, familiar, intelectual, física, emocional) con detalles traducidos en gestos, acciones y palabras; que van desde lo simple -como una sonrisa, hasta lo complejo -como aportes intelectuales en proyectos personales. Las expresiones de amor son infinitas y cambiantes y tienen una profunda relación con la manera en como nos cuidaron desde nuestros hogares; no obstante, es indispensable evitar exagerar los cuidados, para no caer en roles maternalistas y paternalistas que impidan la libertad y autonomía de algún amor. También, entender que aunque podemos muchas veces tejernos y destejernos para satisfacer las necesidades del otre sería un error pensar el sacrificio como una manifestación del amor, específicamente del amor romántico “que todo lo puede y todo lo soporta”. Cabe anotar que una persona puede identificarse con varios tipos de cuidados, y los limites en la tabla entre un cuidado y el otro se diluyen; haciéndonos posible mezclar, modificar y re-interpretar las necesidades de cada quien. Las expresiones de cuidado suponen un lenguaje de amor, y estos lenguajes son el resultado de nuestra historia relacional, pues en las experiencias previas es donde se han configurado nuestros límites y prioridades. A su vez, las nuevas experiencias, y por supuesto cada encuentro con un nuevo amor, nos amplían el marco mental y emocional para percibir las propias necesidades de cuidado. Así pues, el poliamor es una respuesta a la búsqueda continua de la satisfacción de necesidades individuales y colectivas. En conclusión
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